Tirabuzones de Hojaldre rellenos de frambuesas y pistchos.

La vida de cualquiera está llena de pequeños retos a superar lo más dignamente posible, así al menos opino yo. El año de los docentes no comienza en Enero, comienza en Septiembre con los nuevos alumnos, nuevos proyectos, y nuevos retos.
Este curso me he retirado de las clases en el colegio donde he estado enseñando Inglés durante los últimos12 añitos, quedándome excluxivamente con la enseñanza privada y a cambio me he enrolado en el trabajo sin fin del AMPA del cole. Hemos empezado vendiendo libros y aquí la repostera, ha ido llevando cada dia religiosamente un dulcecito para que las jornadas se hicieran un poco más amenas. Ayer comimos estos tirabuzones con los que también me atrevo a participar en otro reto al que respeto mucho y en el que llevo participando un par de años, mes a mes.

Así, con esta receta participo en el RETO SEPTIEMBRE 2015 CdM APARTADO DULCE

INGREDIENTES:

. Dos planchas cuadradas de hojaldre.
. 100 gr de mermelada de frambuesas ( Mejor si es casera, yo la hago con las congeladas: Un kg de frambuesas por medio de azúcar + zumo de medio limón hasta que espese).
. 50 gr de piscachos picados ( éstos son los que mi madre muy pacientemente me ha ido partiendo en las tarde de Agosto que pasamos con ellos, frutos de sus árboles, GRACIAS MAMA).
. 50 gr de azúcar moreno.
. Ralladura de una naranja.
. Un huevo para pintar.

Enharinamos bien la superficie donde vayamos a estirar el hojaldre. Con la ayuda de un rodillo hacemos de nuestra masa dos rectángulos lo más iguales posible, bien finos.

Untamos bien la mermelada sobre una de las planchas de hojaldre. Rallamos la naranja sobre la mermelada.

Colocamos con cuidado nuestra segunda plancha y hacemos tiras lo más finas posibles ( 1 - 1´5 cm ). Dividimos cada tira en tres.

Retorcemos las tiras hasta formar los tirabuzones y los colocamos en una placa de horno con papel antiadherente. Pintamos con el huevo y espolvoreamos con el azúcar.

Horneamos unos 10 minutos a 200ºC teniendo cuidado que no se nos quemen por la parte del azúcar y dándoles la vuelta si fuese necesario a mitad del horneado.

Una vez fuera del horno colocamos sobre una rejilla para que no se nos ablanden y estén bien crujientitos.

El emplatado tan chulo gracias a esa "lonchita" que mi padre me reservó del grandioso pino que presidía su parcela, y que hubo que cortar.... el muy rufíán se estaba torciendo demasiado!!

VOLANDO VOY, VOLANDO VENGO, VENGO.... ASI ANDUVIERON LOS TIRABUZONES ENTRE VENTA Y VENTA DE LIBRO.